A orillas del Mar Cantábrico y a la sombra de la Peña Solpico se encuentra ubicado Liendo. Un municipio cántabro, situado en una comarca de tradición agropecuaria. La vaca, el prado, las casonas, la montaña, el mar, el indiano… son imágenes tópicas y típicas que evoca la sola mención del nombre de nuestro valle.
Nuestro municipio es un merecido lugar de recreo y esparcimiento que hemos de preservar, por eso el objetivo de esta Corporación es mantener, conservar y embellecer al máximo el legado que nuestros antepasados nos transmitieron, sin perder nuestra identidad arquitectónica y de calidad de vida, haciendo que sea único en toda la zona oriental.
Las páginas de este libro a modo de guía son un mero reflejo de lo mucho que podemos ofertar a quien nos visite: naturaleza, un paisaje singular, historia, arte, fiestas y también gastronomía. Espero que su contenido sea del agrado de todos.
A orillas del Mar Cantábrico y a la sombra de la Peña Solpico se encuentra ubicado Liendo. Un municipio cántabro, situado en una comarca de tradición agropecuaria. La vaca, el prado, las casonas, la montaña, el mar, el indiano… son imágenes tópicas y típicas que evoca la sola mención del nombre de nuestro valle.
Nuestro municipio es un merecido lugar de recreo y esparcimiento que hemos de preservar, por eso el objetivo de esta Corporación es mantener, conservar y embellecer al máximo el legado que nuestros antepasados nos transmitieron, sin perder nuestra identidad arquitectónica y de calidad de vida, haciendo que sea único en toda la zona oriental.
Las páginas de este libro a modo de guía son un mero reflejo de lo mucho que podemos ofertar a quien nos visite: naturaleza, un paisaje singular, historia, arte, fiestas y también gastronomía. Espero que su contenido sea del agrado de todos.
Todos los pueblos tienen su historia y el Valle de Liendo no podía ser menos. Una parte la podemos encontrar escrita en pergaminos, legajos, publicaciones, revistas, e incluso en dinteles de casas y otra ha llegado hasta nuestros días de forma oral, que nos hace posible conocer episodios y anécdotas que transmitidas de padres a hijos, de abuelos a nietos, de vecinos a vecinos, etc., hacen historias para la HISTORIA DE LIENDO.
La parte escrita ha supuesto arduo trabajo en la lectura, presentando algunos textos dificultad a la hora de ser interpretados y otros veces porque éstos se encuentran deteriorados por el transcurso de los años y por la humedad de los locales donde los archivos están ubicados.
Fue este Valle, en principio, un gran lago, y significa húmedo pero no mojado, con una profundidad sus aguas de 10 m. A esta misma profundidad pueden encontrarse tallos de enebros arrastrados por los temporales de lluvias, de las montañas inmediatas y por tal causa las aguas de los pozos están contaminadas de tanino, sustancia química muy difundida en la naturaleza, que se halla presente especialmente en la corteza de muchos árboles (encina, roble, acacia, castaño, sauce, pino, etc.).
Las aguas del lago desaparecieron, así como también el caserío palustre de sus primitivos habitantes en los tiempos tórridos, hallándose pobladas en la época de los roma nos las alturas de “Villaviad” hoy monte de Helguera, en el cual se registraban cimientos y ruinas sin importancia. A medida que el Valle se iba desecando, se iba también poblando y cultivando hasta llegar casi al estado actual. La salida de todas las aguas se produjo perforando aquellas la gran mole del Monte Candina al N.E. del Valle por el sitio denominado “Rucueva” para salir al mar.
También es presumible que en siglos remotos, nuestro valle estuvo sumergido bajo el mar, puesto que se pueden apreciar fósiles de conchas marinas sueltos y adheridos a las piedras en zonas de la Peña Solpico.
El Valle tiene una personalidad muy diferenciada, y dada su constitución con aflora miento de roca caliza, por él pasaron y en el vivieron gentes paleolíticas, mesolíticas e incluso de la Edad de Bronce. Hay vestigios de que fueron habitadas algunas cuevas “Tornillos” en Villaviad y “Cueva Serán” sobre Mollaneda a unos 200 metros sobre el nivel del mar, en las que se observan señales de antiguas excavaciones, que actualmente se hallan obstruidas por desprendimientos de tierra y piedras. Todo esto nos hace pensar que los primeros habitantes vivieron en las alturas inmediatas del Valle y tenemos constancia de que las prime ras edificaciones se encuentran en los barrios de Villaviad, Noval, Iseca Vieja y Mendina.
Hay muchas cosas curiosas que se atribuyen al Valle, como la famosa leyenda de los Vikingos, últimos bárbaros que bajaron del Norte de Europa en los siglos V al IX buscando vestidos, alimentos y el calor del sol que tanto les faltaba, y que necesitaban para combatir su persistente reuma.
El Valle tiene una personalidad muy diferenciada, y dada su constitución con aflora miento de roca caliza, por él pasaron y en el vivieron gentes paleolíticas, mesolíticas e incluso de la Edad de Bronce. Hay vestigios de que fueron habitadas algunas cuevas “Tornillos” en Villaviad y “Cueva Serán” sobre Mollaneda a unos 200 metros sobre el nivel del mar, en las que se observan señales de antiguas excavaciones, que actualmente se hallan obstruidas por desprendimientos de tierra y piedras. Todo esto nos hace pensar que los primeros habitantes vivieron en las alturas inmediatas del Valle y tenemos constancia de que las prime ras edificaciones se encuentran en los barrios de Villaviad, Noval, Iseca Vieja y Mendina.
Hay muchas cosas curiosas que se atribuyen al Valle, como la famosa leyenda de los Vikingos, últimos bárbaros que bajaron del Norte de Europa en los siglos V al IX buscando vestidos, alimentos y el calor del sol que tanto les faltaba, y que necesitaban para combatir su persistente reuma.
El término de este municipio es el mismo que tuvo el antiguo Valle, de claro perfil orográfico y fue siempre un Concejo y parroquia, cuya existencia se documenta desde el siglo XI.
Entre la jurisdicción de las dos grandes villas de la zona oriental de la región, Laredo y Castro Urdiales, se construyó una agrupación de aldeas, dando origen al Valle de LIENDO. Su antigüedad se cree la misma que la de estas dos entidades de población, según se aprecia en las escrituras de los años 1083 al 1085.
Alfonso VIII repuebla el Valle y le hace realengo (Siglo XII) paradero de Reyes y Príncipes en sus viajes y excursiones, existiendo una casa que servía para aposento de aquellos, ostentando en sus armas como lema “Palacio, Torre, Aposento”. Estaba esta casa en el barrio de Hazas, detrás y muy próxima a la iglesia, contando con un coto real, propiedad de un Rey de Castilla. El Rey y su séquito pernoctaban en ella durante las temporadas de cacería en el Valle. El coto comprendía una buena parte del Valle, sus mazas y montes, ricos en caza mayor y menor. A pesar de la presión señoralizadora de la poderosa familia de los Velasco, Liendo logró permanecer en el ámbito de realengo.
En el privilegio de la Villa de Laredo, otorgado por D. Alfonso VIII en 1201, ya se ci tan los límites fijados por dicho Rey, definidos en una línea que pasa por Coabad (barrio de cuatro casas antes de llegar a la Isequilla), Liendo, Oriñón, Seña, Colindres, Tabernilla (barrio de Ampuero), Udalla y Cereceda.
En el año 1330, se habla del Clérigo D. Peregrin. Este clérigo llegó a Liendo porque el Rey le había dado jurisdicción sobre todas las iglesias de Laredo y su partido, según consta en un documento que dice: “En la Cámara se ha visto una copia de privilegio del Señor Rey D. Alfonso, de la era de 1239 que lo donó al Concejo de Laredo diferentes lugares y términos y a DON PEREGRIN, todas las Iglesias que había en Laredo y su término para que libremente las tuvieses en su día con todos los derechos y después pasasen a los clérigos hijos de los pobladores de Liendo y ha acordado la Cámara que con la claridad posible In forme por su mano quienes son los Herederos de diezmos de dichas Iglesias con todo lo demás que sobre ello se le ofreciere, lo que participe a Vm. para su cumplimiento. Dios guarde a Vd. muchos años. Madrid 27 Octubre de 1757. Iñigo de Torres y Olivero. Cabildo Eclesiástico de Liendo.”
En escritos posteriores (1400) se cita a Liendo perteneciendo el Valle a la junta de Vecio (Seña) y anteriormente pertenecía a las Cuatro villas, a cuyo corregidor se dirigían en todas las peticiones que tenían relación en tierras, ganado, diezmos, reparticiones, pleitos, penas, agravios, injusticias, etc.
A partir del siglo XVII, el Valle de Liendo ya tenía voluntad de integrarse con los distritos orientales para formar la provincia de Cantabria y lo evidencia el envío de sus re presentantes a la junta que con tal fin se celebraba en Santander el I de enero de 1727 y en la que se acordó que, junto con Santoña, Guriezo, Parayas, Mena, Villasana, Tudela, Soba, Ruesga y Villaverde, eligieran un diputado para que se uniera a los otros cuatro que correspondían al resto de los distritos, prestando juramento y así se haría al año siguiente.
Según se puede constatar en escritos, el Valle mantuvo pleitos durante bastantes años, con la vecina Villa de Laredo. En éstos se trataba de esclarecer la propiedad del Monte Candina. Ya en el año de 1497 se sostuvo un pleito sobre la titularidad y aprovechamiento de los Montes de Candina. Se vuelve a citar este pleito, en los archivos del Valle, en documentos del año 1682, el cual costó al Ayuntamiento una cierta cantidad de reales. Entre otras cosas del año 1684, existe una Ejecutoria de la Carta Ejecutiva ganada contra la Villa de Laredo sobre los términos de Posaduero (Candina). También existe otra Ejecutoria del pleito seguido en el Consejo de Castilla entre el Valle y la Villa de Laredo sobre la propiedad del Monte Candina y aprovechamiento de leñas muertas (árboles caídos) del año 1749 al 1755 y copia de la sentencia interna que Liendo logró.
Este Valle y el inmediato de Guriezo, componían la “Junta de Seña”, gobernada un Alcalde Mayor trienal, con residencia alternativa en los dos valles. Éste era nombrado inicial mente por el Gobernador del Bastón de Laredo, después reservó su elección el rey Fernando VI al gobernador del Consejo Real y últimamente se agregó esta vara en el año 1807 a la Alcaldía Mayor letrada de Laredo. Las asambleas se celebraban delante de la iglesia con replique de campana y a la sombra del “Rebollón”, con su Alcalde Mayor, Regidores y Diputados. En ausencia del Alcalde, ejercían la jurisdicción ordinaria sus Regidores decanos y lo mismo cuando se ausenta de un valle al otro. Tenía para su gobierno dos Regidores y un procurador anuales de su estado único noble y dos Diputados del común, todos los vocales del Ayuntamiento y con ellos asistían con voto 13 diputados, uno por cada barrio y además cuatro escribanías numerarias para su Juzgado las dos del Ayuntamiento para cuyo ser vicio tenía el Valle casa con su audiencia y consistorio.
Ya en el siglo XIX se formó el Ayuntamiento constitucional, integrado por los doce barrios y su capital, Hazas. Desde la primera institucionalización, en 1822, ha formado siempre un Ayuntamiento autónomo e integrado en el partido judicial de Laredo.
El Sr. Basoa habla del Fuero viejísimo de Laredo, Seña o Liendo, que según los viejos papeles que consta en los pleitos rigió en Laredo hasta el siglo XIX, confirmándolo el Profesor de Derecho Civil de la Universidad Central de Madrid (1900) Sr. Sánchez Román (Padre) al decir en su libro, Fuero de Laredo, Seña o Liendo.